Es Primavera y un grupo de aventureros se ha unido para intentar observar al Oso Pardo. Todos ellos movidos por la pasión de observar la fauna salvaje del mundo. Y esta vez con todas las ganas de intentarlo en el Pirineo, además es la época que contamos con más posibilidades de ver a los osos.
Sabemos que no será fácil poder observarlo, sin embargo estamos muy ilusionados por adentrarnos en el mundo de los osos pirenaicos, fauna emblemática del Pirineo. Hemos montado un campamento emulando estar en el monte y será nuestra base durante el tiempo que dure esta aventura.
La primera salida, dado que era el día de llegada, ha sido por una zona cercana y hemos empezado a adentrarnos en el mundo de los osos, hemos aprendido sobre su comportamiento, su hábitat y más curiosidades. Empieza a ser de noche y regresamos al campamento. Mañana toca madrugar.
Hoy puede que sea un gran día. El despertador suena muy temprano y a las 5 ya estamos de camino al que será nuestro siguiente punto de observación. Ya posicionado el grupo y con prismáticos en mano, empezamos a controlar cada cuadrante de monte que tenemos delante. El hecho de ir en grupo hace que todos observemos y controlemos más y mejor la zona.
Oso!!! Nuestro primer oso del Pirineo, el grupo no daba crédito, era consciente de lo difícil que es dar con este animal. Estamos emocionados. Hemos estado disfrutando del oso durante un buen rato hasta que ha decidido no dejarse ver más. Muy contentos, ya va apretando el calor así que regresamos al campamento base, momento para descansar y comer, por la tarde seguiremos.

La luz de la tarde ya se deja ver y es momento de ir al siguiente punto de espera, esta vez nos dividiremos para tener más opciones de poder ver de nuevo un oso. Durante las esperas muchas veces vemos otra fauna del Pirineo, ciervos, rebecos, quebrantahuesos y más animales. Y son tantas las ganas de ver al oso que cualquier piedra o arbusto en la lejanía nos parece que lo tenemos delante…
Finalizamos la observación y nos reunimos todos de nuevo, la sorpesa es que uno de los grupos ha visto de nuevo al Oso, y con mucha ilusión enseñan sus fotografías al resto. Todos estamos muy satisfechos, tanto los que lo han observado como los que no, pero alegres de que parte del equipo lo haya visto. La estrategía de separarnos para aumentar las probabilidades de avistamiento ha sido un acierto, esto es trabajo en equipo! Es hora de regresar para descansar.
Es el último madrugón del safari, no podemos creernos lo rápido que ha pasado el fin de semana. Pero aún no se acaba, nos queda una última observación. Nos ponemos en ruta y llegamos a otro punto, todos con los prismáticos repasamos cada rincón del monte, ya nos hemos acostumbrado a mirar por ellos. Buscamos detenidamente por cada zona, y para nuestro gozo vemos otro oso! está bastante lejos, pero claramente está ahí, parece que el Pirineo nos muestra un último regalo de despedida. No ha podido ir mejor.

Con mucha tristeza esta escapada llega a su fin, es increíble lo rápido que ha pasado. Pero ha ido mejor de lo que esperábamos, hemos superado las expectativas, con creces. Es momento de despedirnos, con mucha pena decimos adiós al grupo. Ha habido tiempo para todo, pero sobretodo tiempo de conocer a unas personas fantásticas, cada uno con una historia de vida diferente, pero unidas por una misma pasión, vivir la naturaleza. Seguro que no tardarán en volverse a juntar para vivir otra aventura. Gracias equipo! Hasta pronto!