Nos encontramos en la época de berrea del ciervo, que en el Pirineo ocurre desde finales de Septiembre hasta bien pasado mediados de Octubre, pero esto realmente depende de la climatología así que hay años como éste en los que la berrea se retrasa.
Las montañas de Tavascan, no son para nada las mejores en cuanto a berrea, de hecho podríamos decir que son las que menor número de ciervos contienen, pero tienen algo que otros lugares de la comarca no tienen, y es el ambiente de alta montaña, con sus paisajes de altura que en ocasiones nos permiten hacer fotografías de siluetas, nos permiten disponer de un mayor tiempo de luz y también de brumas y nubes que sin duda pueden dar mucho juego para crear fotografías diferentes de las que estamos acostumbrados a ver.
En su contra, tengo que decir que las ascensiones hasta los campos donde ocurre el espectáculo son a menudo complicadas, debemos contar siempre con subir para pasar un buen número de horas y que el esfuerzo merezca la pena, así que el bocadillo y algo de abrigo no puede faltar.
Para mí lo más importante es conocer bien los movimientos que en la zona hacen los ciervos, para poder prevenir los movimientos y hacer una preparación más exhaustiva del terreno, consiguiendo un control casi absoluto de las posibles situaciones voy a ser capaz de realizar mejores fotografías. Esto es algo que hace años aprendí, después de equivocarme incontables veces.
Partiré desde el punto donde ya tengo ubicados ciervos, por amplia que sea la zona, he visto ciervos durante el resto del año y simplemente debo averiguar qué lugares utilizarán para la berrea.
Paso 1
Los días previos a la época de celo, lo único que hago es ascender a las zonas más altas de la montañas desde donde puedo observar una mayor cantidad del terreno a estudiar y observo, simplemente me paso horas y horas observando.
Es importante tener paciencia y saber esperar, en ocasiones, solamente veo un solo ciervo después de estar 4 horas, pero hasta eso para mí, es una fuente de información que no desperdiciaré y por lo tanto merece la pena.
Después de una o dos semanas viendo como la zona se va llenando de ciervos, ya he recopilado la siguiente información:
– De dónde vienen los ciervos?
– Dónde se retiran?
– Dónde duermen?
– Qué horarios están utilizando?
Paso 2
En esta ocasión, lo que hago es descender, habiendo averiguado ya una zona más concreta donde se concentran un mayor número de ciervos, preparo un punto de observación que me permita la siguiente semana tener un control más exacto y preciso sobre ellos e incluso conocer cada individuo, hacer un recuento y estudiar el comportamiento de cada uno para evitar sorpresas.
Podemos crear un punto de espera camuflado para evitar ser localizados o podemos simplemente aguardar al descubierto pero en este caso tendremos que tener preparada una entrada y salida que nos mantenga en todo momento libres de ser detectados.
Paso 3
En el paso 2 hemos aprendido las zonas exactas que está utilizando cada individuo, por lo que ya solamente nos queda hacer una aproximación efectiva y decisiva para acortar la distancia.
Una corta distancia no es ponernos donde ellos están, debe ser sagrado cada paso que utilizan y cada tramo del río donde van a beber, de lo contrario podemos poner en peligro todo nuestro trabajo y por ende nuestros resultados.
Un rastro de nuestro olor modificará la conducta normal de los ciervos, una rama seca pisada a escasos metros será escuchada y también modificará su conducta, y por último si nos ven, emprenderán una huida y en el mejor de los casos, en unos días retomarán el comportamiento habitual pero depende de como proceda el momento quizás no vuelvan a recuperar la confianza en ese lugar así que insisto, máxima cautela y seriedad en este punto.
Elegiremos el horario en el que previamente nos hemos dado cuenta que no hay animales activos, pero eso no quiere decir que no pueda salirnos uno de repente y vernos, tampoco quiere decir que no nos vayan a escuchar, ya que si algo tienen los ciervos, es un excelentísimo sentido del oído.
Siempre deberemos ir camuflados cuando estamos acercándonos e incluso a partir de cierta distancia dejaremos de caminar erguidos y pasaremos a un modo sigiloso extremo, preparados para quedarnos inmóviles en caso de que nos miren, vigilando cada rama seca en el suelo para evitar pisarla y buscando árboles, rocas grandes o arbustos que nos permitan descansar de la aproximación.
En mi caso, he llegado a hacer aproximaciones de 2h de duración ya que considero que es el paso más importante y decisivo de todos.
Paso 4
Ya hemos conseguido acercarnos a la zona!
Todavía queda una hora o dos para que comiencen a salir de las zonas de descanso, así que acomodaremos nuestra posición y prepararemos con redes de camuflaje nuestro punto de observación.
(La utilización de hides, no es muy recomendada para este momento, ya que los ciervos necesitan varias semanas para aceptar el nuevo elemento del paisaje. En cambio una red se mimetiza muy bien al lado de una zona arbustiva o un grupo de jóvenes árboles)
Paso 5
Cae la tarde y comienzan a salir los primeros ejemplares, en este momento debemos tener todos los sentidos activados e ir viendo cómo proceden los movimientos. Es momento de tener paciencia, de disfrutar y de hacer fotos.
Si hemos preparado bien este momento, sin duda, solo será cuestión de tiempo que delante de nuestro objetivo tengamos la recompensa.
Puede que un día no consigamos hacer fotos buenas, pero al siguiente todo vuelve a partir de cero.
Paciencia, mucha paciencia. No conozco fotógrafo que no domine el arte de ver como los minutos se convierten en horas y tu tarjeta sigue sin fotos, es básico y necesario confiar en tu posición, saber esperar a que llegue el momento.
Consejo: Si nos sale un ciervo o nos pasa a escasos metros, es mejor esperar antes de disparar y asegurarnos de que nuestra foto no suponga para un motivo de huida. Si lo hacemos bien, ya se volverá a acercar, y la segunda vez con mayor confianza.
Paso 6
Retirada o abandono de la zona.
Tan importante como la aproximación y en ocasiones más complicado. Toda mi explicación se ha basado en un simulacro de aproximación después de medio día para fotografiar ciervos al atardecer, por lo que evidentemente mi retirada será al anochecer.
Si podemos elegir el momento con menos luz antes de la oscuridad, mejor. Pensar que ya no podemos hacer fotografías y en cambio todavía somos capaces de ver, aunque sean siluetas, pero vemos.
En caso de tener animales cerca, es muy importante esperar a que ellos se distancien, en este caso puede que la noche nos caiga encima, pero con una linterna o luz frontal podremos salir de allí. Importante si encendemos una luz, que sea siempre baja, si puede ser y el terreno lo permite la guiaremos con nuestras manos por debajo de las rodillas, para evitar que los ciervos nos localicen.
Yo personalmente, para conseguir mejores resultados paso la noche próximo a la zona que estoy trabajando. Así aprovecho las primeras luces de la mañana y las últimas de la tarde.
Además las luces de la tarde suelen dar muchísimo juego y podemos aprovechar para hacer alguna fotografía nocturna, pero no te olvides que las baterías se gastan rápido con tiempos de exposición largos y quizás eso nos limite al día siguiente.
Espero que a alguien le pueda servir este post. Evidentemente hay muchísimos detalles sin contar aquí y además cada uno tendrá su forma de hacerlo, pero a mi es la que mejor me funciona en el terreno donde me encuentro.
Salidas: Berrea en el Pirineo